El análisis conciliatorio constituye un nuevo planteamiento que enfrenta al individuo con el hecho de que es responsable de lo que le ocurrirá en el futuro, cualquiera que haya sido su pasado. Es a la vez un método para enseñar y para aprender. Distingue tres elementos activos en la elaboración de la personalidad: el Padre, el Adulto y el Niño. Su objetivo es el fortalecimiento y la emancipación del Adulto respecto de los clichés arcaicos del Padre y del Niño, con el fin de hacer posible la libertad de elección y la creación de nuevas opciones. Y se aplica a los problemas conyugales y de atraso infantil, de retraso mental, de la violencia, de la rebelión de los estudiantes, del prejuicio racial, de la creatividad, de la adolescencia, de la religión y de los problemas internacionales.