Pocas alegorías sobre la iluminación son tan didácticas, poéticas y reveladoras como la conocida con los nombres indistintos de La búsqueda del toro o Los Diez Toros del Zen. En ambos casos se hace referencia a una sencilla historia en la cual un boyero pierde un toro y emprende su búsqueda. Esta alegoría se suele representar apoyada en diez imágenes. Originariamente eran ocho pinturas de origen taoísta, pero en el siglo XII el maestro chino budista zen Kakuan volvió a pintarlas y añadió dos imágenes nuevas, acompañando los dibujos con unos poemas. En esta obra OSHO explica esta alegoría clásica de un modo magistral. Tomando como referente las imágenes y los poemas que la acompañan, compone una obra imprescindible, no solo por la enorme profundidad de conocimiento que contiene, sino por la belleza y claridad en la exposición de conceptos filosóficos y de genuina religiosidad realmente iluminadores. OSHO, en la primera página, advierte al lector de que nos adentramos en un extraño peregrinaje. Si continúa leyendo, la búsqueda habrá comenzado y, tal vez, haya iniciado un viaje sin retorno.