Después de que el autor, durante muchos años haya escuchado historias parecidas, haya tratado de ayudar a personas como las que aparecen en el libro, el autor da un paso adelante y se sumerge en las vidas de los personajes, inventados, claro, pero que responden a emociones de otras personas, éstas no de ficción, que nos encontramos cada día por la calle, con sus pequeñas y grandes esperanzas.