Actor, director, escritor, pintor, cómico, diseñador de videojuegos..., Takeshi Kitano es uno de los cineastas más polifacéticos y controvertidos del panorama cinematográfico, de reconocido prestigio tanto en Japón como en el ámbito internacional. Desde que se estrenase como director con Violent Cop (1989), son muchas las obras de Kitano que han obtenido el apoyo de la crítica, como Hana-Bi (Flores de fuego, 1997. León de Oro en el festival de Venecia y nominada a la mejor película no europea por la European Film Academy), o Dolls (2002), considerada su obra maestra. La mayoría de las películas de Kitano se acercan al mundo de la mafia, de los yakuzas, y de la policía. Aunque la evolución de su producción cinematográfica es incuestionable, ésta goza de unas características particulares que la hacen inimitable: una mezcla del humor y la violencia incomparables, las tomas largas, el diálogo mínimo, el estatismo combinado con las explosiones de furia... Un director, pues, que no deja indiferente y a quien gusta hacer al espectador dueño de sus interpretaciones.