Nicolás vive solo, cobra la prestación de desempleo y toca el clarinete. En su entorno tiene un colega al que contarle las penas, un buen puñado de discos y un vecino entrometido y fanfarrón. Su vida no es lo que se dice un festival, pero va tirando.
Entonces su ex le regale un perro, y todas sus rutinas se van a ver alteradas radicalmente. Perros y clarinetes es una novela gráfica costumbrista, una comedia romántica con cadencia de jazz y ritmo mediterráneo, que busca respuestas al desasosiego de la vida moderna.