Shenzhen, ciudad elegida por Deng Xiaoping como campo de pruebas de la llamada economía socialista de mercado, ha pasado de los 30.000 habitantes que tenía en 1980 a más de 10 millones en la actualidad, convirtiéndose en una de las ciudades más dinámicas de China y una de las megalópolis del mundo. Durante un mes, Guy Delisle, autor de Pyongyang, ejerció en Shenzhen como director de un equipo de dibujantes en la realización de un proyecto de animación.
Durante ese tiempo su vida cotidiana se pobló de malentendidos, torpes tentativas de comunicación, reflexiones, soledad, descubrimientos culinarios más o menos agradables y veladas surrealistas. Un choque cultural que el autor afronta con humor y maestría.