Que la convivencia en pareja es tarea de dos es una obviedad tan obvia como que siempre hay que darle un
tiempo de adaptación. O sea, que cada uno es como es y que, a pesar de aquello de "te amo, ya te cambiaré", siempre hay
que ceder un poquito para evitar el cisma. En este libro, protagonizado por una parejita de seres urbanos
contemporáneos que aparece semanalmente en El Jueves, se demuestra que los detalles, además, son esenciales para una
más o menos armónica convivencia; sobre todo, esos detalles íntimos que marcan la pauta entre la pareja, como quién
baja la basura, quién rellena el pote de jabón para las manos o si es lícito beberse de un trago el jugo de los
berberechos.