Tras el éxito cosechado con El libro de los conejitos suicidas y El regreso de los conejitos suicidas, Andy Riley dirige su irreverente sentido del humor hacia los niños y a las mentiras que inventan los adultos para mantenerlos quietecitos y evitar que estorben demasiado.
Las mentiras que propone Andy Riley van desde las simplemente falaces hasta las realmente crueles: "Tienes que ponerles nombre a todas las hormigas que veas", "Las leonas llevan lectores de código de barras", "Te compraremos un poni si lavas el coche", "Si agarras los bordes del asiento de tu silla y estiras con todas tus fuerzas, conseguirás levantarte y flotar". El autor también resuelve algunas dudas realmente importantes como "qué hacen las hormigas si les das unas chinchetas", "adónde va el sol cuando se pone" o "dónde se crean los vientos".
Cada página es un auténtico cuento chino con el que embaucar a los niños y divertir a los adultos de todas clases.
"Una referencia esencial para cualquiera que pretenda ocultar la verdad a los niños y así salvar la civilización". Armando Iannucci