Sefija es un hombre de mediana edad, con gafas y barba, escritor frustrado y gran observador de la cotidianidad, que diserta con humor, ironía y desarmante lógica sobre los más variados temas que en el día a día se le ponen a tiro en el día a día.
Con prólogo del periodista, escritor y guionista Pepe Colubi, en Ángel Sefija desde el quinto pino ?y ya son cinco los volúmenes recopilatorios y tercero con Astiberri, tras Ángel Sefija por tercera vez, y Ángel Sefija con cuatro ojos, editados en 2006 y 2007, respectivamente?, le toca el turno al sagaz Sefija de vérselas con las conversaciones con los vecinos, la popularización de las videocámaras, la publicidad de los supuestos vuelos baratos, el pilates, los catálogos de exposiciones subvencionadas, la jerga de origen marginal, así como con los recintos feriales, los complementos de marca, las plazas públicas, las nuevas técnicas publicitarias, el mundo del vino, la proliferación de las pegatinas de los cerrajeros, las tendencias actuales en el negocio de las patatas de bolsa, los tópicos rancios sobre los emigrantes, los pilares de toda asociación... Sefija sobre todo diserta: es inasequible al desaliento.
Las planchas del personaje creado por Mauro Entrialgo aparecen cada semana con cartesiana puntualidad sin faltar una sola semana a la cita, desde el año 2000, en la revista satírica El Jueves. Ángel Sefija desde el quinto pino recopila las páginas inéditas en álbum prepublicadas en dicha cabecera.
Es ésta una serie presentada con el mismo formato y paginación que otro de los mayores éxitos de Mauro Entrialgo, realizado en esa ocasión junto con Santi Orue y Ata: Cómo convertirse en un hijo de puta. La enciclopedia del mundo de Herminio Bolaextra, también editado por Astiberri.
"...un humor que no ceja en el empeño de desvelar con punzante malicia las contradicciones, absurdos y tonterías de nuestra cotidianidad. Mauro tiene talento de bufón que se las arregla, en nuestra triste corte de los milagros, para señalarnos achaques y defectos, manías e incongruencias con gracia tal que no nos queda más remedio que darle la razón y no tenérsela en cuenta [...]. Incorregible e imprescindible". Juan Manuel Díaz de Guereñu. Pérgola