El Imperio Romano Galáctico vive en paz desde hace 1. 000 años. De pronto, se extiende una terrible noticia: los hunos han saqueado Aquincum, un planeta provincial. El emperador se apresta a reunir sus legiones, pero el destino está en su contra. Muere antes de que empiece la guerra. El Imperio debe ceder ante los bárbaros.
Los romanos abandonan Aquincum y aceptan librar a 12 de sus jóvenes patricios para que sirvan de sacrificio a Kerka, la diosa del caos adorada por los hunos. Los jóvenes romanos son sacrificados en el altar del gran templo en medio de los gritos de alborozo de los bárbaros. Pero se produce un milagro: Kerka vuelve.