Las piedras preciosas nos han hechizado desde tiempos remotos por su belleza, atrayéndonos mágicamente. En ellas hay ocultas fuerzas curativas que el ser humano lleva utilizando desde hace siglos.
Famosas personalidades de la Edad Media hablaban ya de los efectos beneficiosos que las piedras semipreciosas ejercen sobre el cuerpo y el espíritu. Los resultados de nuevas investigaciones físicas dicen que cada materia tiene una vibración que influye a cualquier hora y en cualquier lugar sobre nosotros. También las piedras poseen, a partir de sus componentes minerales y de la estructura de sus cristales, una energía vibratoria particular, que puede influir en el organismo de forma curativa, armónica y protectora. ¿Pero cómo puedes utilizar para tí esta energía? Lo más sencillo es llevar la piedra como una joya, y mejor directamente sobre la piel.