"Estábamos hartos. Estábamos cansados de dar clase a estudiantes soñolientos que querían ?repasar? lo que ya habían subrayado en el libro de texto para poder recordar las ?ideas clave? de cara al examen. Queríamos que nuestros estudiantes tuvieran un aprendizaje activo, aprovechar su curiosidad natural por los temas económicos induciéndolos a pensar cuáles eran las preguntas importantes antes de tratar de darles las respuestas. Constatamos que la realización de experimentos económicos en clase, con debates antes, durante y después de los experimentos, era una manera eficaz, y a la vez amena, de pasar del aprendizaje pasivo al aprendizaje activo. Experimentos con los principios económicos es el fruto de estos esfuerzos." -Extracto del prólogo de los autores
Este libro está pensado para un primer curso de economía. Puede utilizarse como texto principal en un curso de introducción o como complemento de un libro de texto tradicional de principios de economía. El libro alterna los ?capítulos experimentales? con ?capítulos analíticos?. La alternancia de un experimento y un debate marca el ritmo de la clase. En el laboratorio, los estudiantes participan y experimentan en un tipo de mercado, por ejemplo, o en una determinada interacción social. Los informes de laboratorio que tienen que escribir les permiten poner en orden sus reflexiones sobre lo que ha ocurrido. En la clase siguiente, están preparados para debatir los resultados experimentales y examinar las explicaciones teóricas de estos resultados.
Los capítulos experimentales normalmente contienen una introducción, las instrucciones para realizar un experimento en clase y un ?informe de laboratorio?. Los experimentos se realizan ?a mano?, sin ordenadores o aparatos complejos. En el informe de laboratorio, los alumnos anotan los resultados, realizan un análisis elemental de los datos y responden a algunas preguntas que los animan a pensar sobre la importancia de lo que han observado. Los capítulos analíticos introducen las teorías económicas que explican, en todo o en parte, los resultados experimentales. También contienen trabajos para casa en los que se pide a los alumnos que comparen los resultados experimentales con las predicciones teóricas y analicen las consecuencias que las teorías y los experimentos permiten extraer para su aplicación a los problemas del mundo real.
Los módulos de análisis están pensados para ser lo suficientemente independientes unos de otros de tal manera que los profesores puedan cambiar el orden de presentación de los temas u omitir los que deseen.
Para un estudiante, cursar una asignatura de economía experimental es un poco como estar invitado a comer en casa de un caníbal. Puede ocurrir que sea simplemente un comensal, que sea parte de la comida o que sea ambas cosas a la vez.
En un curso de laboratorio de ciencias naturales, los estudiantes tienen que mezclar sustancias químicas o andar tirando de poleas o diseccionar la proverbial rana, pero siempre son ellos quienes experimentan y nunca son los sujetos del experimento. En cambio, en los experimentos que se realizan en esta clase, los estudiantes son a la vez los participantes en los mercados, y los observadores científicos que tratan de entender los resultados de estos mismos mercados experimentales.
Es difícil imaginar que un químico pueda ponerse en el lugar de una molécula de hidrógeno. Es improbable que un biólogo que estudia la conducta animal sepa lo que sienten los patos. El estudiante de este curso es más afortunado. Estudiará la conducta y las interacciones de la gente en situaciones económicas. Y siendo uno de estos agentes económicos, podrá experimentar de primera mano los problemas con los que se encuentra uno de ellos. Sospechamos que su experiencia como participante en el experimento le permitirá comprender los principios económicos casi tanto como su análisis como observador del experimento.