Septiembre de 2003. Jordi Sevilla, diputado, a José Luis Rodríguez Zapatero, entonces líder de la oposición. Conversación captada por los micrófonos del Congreso de los Diputados: Sevilla: Esto está chupao, a no ser que quieras hacer una tesis doctoral. Zapatero: Sí, pero es complicado… tú prefieres que lo entienda ¿no? S.: Se te nota todavía inseguro. Has cometido un par de errores. Has dicho que aumenta la progresividad en lo del sistema fiscal y lo que aumenta es la regresividad... pero son chorradas. Z.: ¿He dicho progresividad? S.: Lo que tú necesitas saber para esto… son dos tardes. Z.: ¿Sabes lo peor de todo esto? Que me gusta. Libro de autoayuda nacional para recobrar la confianza perdida. Es un libro de explicación de las leyes de la economía, esas leyes cuyo olvido conduce a desastres como el actual.
Es un libro que busca inculcar en nuestros gobernante s y nuestros ciudadanos la idea de que la economía tiene regularidades que ignoramos a nuestra costa. Conviene conocerlas antes de lanzarse a reformar. Esas regularidades no son de sentido común. Si lo fuesen, cualquiera las entendería sin necesidad de mucho estudio.
Eso es lo que parecen creer el señor Rodríguez Zapatero y sus ministros, que, llevados de su pobre instinto, aplican con igual convicción una política económica, su contraria o la más conveniente para mantenerse en el poder o ganar las elecciones.
Hoy sabemos lo suficiente sobre las leyes de la economía como para haber evitado algunos de los viejos errores cuyas desgraciadas consecuencias estamos sufriendo. Los ayunos de teoría económica, como nuestro presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y sus ministros, creen que el mundo es como lo sueñan. Querría convencerles de que, antes de actuar, decretar, reformar, repartir o subvencionar sería bueno que supieran algo de cómo funciona la sociedad. Si no, se verán, como se ven, condenados a dar palos de ciego.