FRENTE A LA MÍSTICA DE LAS PALABRAS VACÍAS, DE LOS CONSUELOS IMPOSIBLES Y DE LOS PREMIOS O CASTIGOS DE OTRO MUNDO, EPICURO LEVANTÓ LA FIRME MURALLA DE UN MENSAJE REVOLUCIONARIO. CON ELLO ALUMBRÓ, DE UNA LUZ DISTINTA, LA DEMOCRATIZACIÓN DEL CUERPO HUMANO,