«CUANDO POR FIN ENTRAMOS CON NUESTRO COCHE AMERICANO, UN CHEVROLET MARRÓN OSCURO, DEL COLOR DEL CHOCOLATE, PODRÍA DECIRSE, EL SOL CAE SIN PIEDAD SOBRE LA PEQUEÑA CIUDAD, EL SOL HA DEVORADO CASI POR COMPLETO LAS SOMBRAS DE CASAS Y ÁRBOLES, ENTRAMOS PUES AL