¿Has visto los dragones volar
arrojando napalm sobre Lyonesse?
Jane era una muchacha que trabajaba esclavizada en una fábrica de dragones de hierro. Su vida constituía una pesadilla, pero tenía una esperanza: le parecía que había nacido con el solo propósito de robar un dragón algún día.
Los oía gritar supersónicos por el cielo, impulsados por cólera y gasolina. Sentía su tirón gravitacional, la estela sobrecalentada de su paso. Y se veía a lomos de uno yéndose lejos, lejos, lejos.
Primero, no obstante, tendría que dominar el grimorio. Tendría que aprender cómo se manejaban los dragones.
Finalista del Premio Mundial de Fantasía y del premio Arthur C. Clarke, y seleccionado por The New York Times como libro del año, La hija del dragón de hierro representa uno de los hitos más sobresalientes de la fantasía contemporánea.
"Swanwick ha desatado sobre la fantasía una imaginación rica y extraña... Grotesca, hermosa y completamente encantadora."
Locus
"Combina magia y steampunk en un país de sueños devastado por la revolución industrial... Da una buena sacudida a las ideas aceptadas sobre lo que es posible en fantasía... Hay que leerla. Es abigarrada, excéntrica y novedosa."
Vector
"Una novela maravillosa, una obra singular cuyo ritmo e inventiva no decaen jamás."
James Schellenberg