Mis padres se divorciaron cuando yo era muy pequeño, por lo que vivo con mamá, y nos llevamos bastante bien. Mi padre murió en un accidente de aviación poco después del divorcio, por lo que apenas lo recuerdo. Sin embargo, hace tres meses, cuando cumplí los trece años, descubrí, casi por casualidad, que además de ser el profesor León Blanco, experto mundial en Arte Antiguo, era el celebre ladrón internacional conocido como el Tigre Blanco, cuya verdadera identidad nunca fue descubierta. Y que en su último golpe había “recuperado” de un museo el diamante Koh-Al-Noor, del tamaño de una pelota de golf y un valor incalculable. Yo había hallado el diamante, pero no le dije nada a nadie porque quería cumplir con la última misión de mi padre. Claro que, cuando tomé esa decisión, no sabía que el diamante Koh-Al-Noor estaba MALDITO.