Libro que habla sobre el insomnio que tiene Marta, la protagonista de esta historia, a causa de un oído ultrasensible, pues es capaz de captar sonidos que nadie puede oír. Una noche de lluvia en la que una gotera le impide dormir, descubre que las gotas de lluvia cuentan historias fascinantes… Con su fino oído Marta oye a las arañas tejiendo su telas y a las motas de polvo cayendo sobre los muebles. No puede dormir y cuando su madre la lleva al médico este descubre que tiene un oído único. Pero no pueden llevarla a Madrid, a un especialista, como les recomienda, porque no tienen dinero. El padre lleva dos años en el paro y la madre cose sin parar para traer algo de dinero a casa. Una noche de lluvia una gotera moja la cama de Marta. El padre retira la cama a un lado y pone debajo una lata, pero Marta no puede dormir, presta atención y descubre que las gotas al caer forman sílabas y cuentan historias. Y así, a lo largo de varios meses de invierno, las noches de lluvia Marta escucha fascinada los relatos: el del feo Picio que encontró el corazón de almíbar que perdió Melisa en una lata de melocotón; el de el tío Aurelio que inventó unos naranjos escalera y un árbol nuevo al que llamó cachimbo y que era de madera resistente al fuego; el del hortelano Pardillo que soñaba con ver el mar y acabó pescando sardinas con escamas de plata en el pozo. También la de doña Felicidad Mateo y su hija Fernandita que en su casa en vez de las bombillas se encendían las flores de su jardín y cuando llamaban por teléfono sonaban también las flores como campanitas. Pero estas bonitas historias terminan cuando el papá de Marta encuentra trabajo y repara el tejado. Ya no hay goteras en las noches de lluvia y Marta además se ha hecho mayor. En esta novela el ritmo está especialmente cuidado para que capte enseguida la atención del niño. Está escrito con gracia y sentido del humor a pesar de que la historia refleja las carencias económicas por las que atraviesa la familia. La idea de intercalar otras historias en el relato principal aporta mayor ritmo a la novela, permitiendo que el interés no decaiga en ningún momento. El desenlace es original, hay un final feliz para la familia y una nueva etapa que se abre para Marta. También aparecen una serie de valores importantes en especial en los cuentos, como el de Picio donde el amor está por encima del aspecto físico, o el tema ecológico de la importancia de la lluvia. Con este relato José Antonio se presentó al Premio Edebé en su XXI edición. Destacando respecto al resto de obras presentadas, por su sencillez, su originalidad y por el ritmo poético que tanto domina el autor, experimentado y premiado poeta.