Regálame un beso para esta noche, por si me cuesta dormir.
Que sea dulce, por si hace frío y no estás conmigo.
Que sea valiente, por si acaso.
Envuélvelo como quieras: con palabras o caricias,
con una mirada o un rubor a juego con este lazo rojo que desato.
Regálame un beso que no se gaste, que pueda guardar en los bolsillos
y tocarlo con los dedos mientras paseo una tarde de invierno.
Un beso que sea un cuento de princesas con final abierto,
que me rescate de desiertos y naufragios,
que me lleve lejos y me llegue al corazón,
que me dé las buenas noches y me despierte
sin que se rompa lo que sueño.