El pediatra David Beck y su esposa, Elizabeth, han ido a celebrar un aniversario muy especial al lago
Charmaine. Crecieron juntos, se besaron por primera vez a los doce años, y, ahora, trece años después, la corteza del
mismo árbol vuelve a recoger el testimonio de ese amor. Pero lo que empieza siendo un romántico fin de semana pronto se
verá trocado en tragedia. Mientras nadan por la noche en el lago les asaltan: David es golpeado y queda inconsciente;
su mujer, secuestrada. El cuerpo de la joven aparece sin vida en una zanja. Su propio padre se ocupa de reconocer el
cadáver mientras Beck se recupera de la agresión en el hospital. Han pasado ocho años desde aquella pesadilla y el
culpable, un asesino en serie, espera en el corredor de la muerte; sin embargo, las heridas de Beck no han cicatrizado
todavía. Se refugia en su trabajo y sus amigos, pero el recuerdo de Elizabeth no le abandona. De repente, la situación
da un giro inesperado: dos cuerpos sin identificar aparecen en el lago Charmaine; la muerte tuvo lugar hace tiempo. Por
otra parte, Beck recibe un extraño correo electrónico. Siguiendo unas instrucciones muy precisas, y con un código que
sólo él y Elizabeth podrían conocer, David verá a su mujer en la pantalla del ordenador a través de una cámara web.
¿Sigue viva? Si quiere averiguarlo, le advierten, mejor será que no se lo diga a nadie.