Saki, seudónimo de H. H. Munro,
es para Graham Greene el mayor humorista inglés del siglo XX. Macabro,
ácido y divertido, todos sus cuentos son un ejemplo de brevedad
y eficacia, ya sean humorísticos o de terror. Cada cuento de Saki
es como un cuchillo lanzado al intelecto del lector, ya sea para provocar
su risa o moverle al espanto. No es de extrañar que dos de sus más
ilustres discípulos sean Tom Sharpe y Roald Dahl. Según Tom
Sharpe: «Si empiezas un relato de Saki, lo terminarás.
Cuando lo hayas terminado, querrás empezar otro; y cuando los hayas
leído todos, jamás los olvidarás». Borges, gran
lector de Saki, decía: «Con una suerte de pudor, Saki
da un tono de trivialidad a relatos cuya íntima trama es amarga
y cruel. Esa delicadeza, esa levedad, esa ausencia de énfasis puede
recordar las deliciosas comedias de Wilde.»