A pesar de haber abandonado la brigada de homicidios, la detective Cassie Maddox recibe una llamada para
acudir a la escena de un crimen, ya que ella y la joven asesinada, Alexandra Madison, son prácticamente como dos gotas
de agua. La policía desmentirá la muerte de Lexie Madison para que Cassie pueda suplantarla e irse a vivir a Whitethorn
House, su antiguo hogar, que compartía con cuatro curiosos estudiantes universitarios, los principales sospechosos.
Cassie no tardará en verse arrastrada por el misterio de saber quién era realmente Lexie y penetrar en su mundo.