Golan Trevize, consejero de la Primera Fundación, se pregunta sobre la posibilidad de la supervivencia de la Segunda Fundación. Esta debería haber sido destruida, según la versión oficial, agotándose así los superpoderes mentales de los científicos que la componían y que dirigían ocultamente los aconteceres del Imperio Galáctico. Tras una serie de intrigas políticas, Trevize se verá obligado a exiliarse en una astronave, en compañía del historiador Janov Pelorat. Pero, una vez en el espacio, ambos decidirán dedicarse a la búsqueda del antiguo planeta Tierra.