Un buen cuento es algo muy serio que invita a reír y a pensar. Si además su contenido es breve y magnético, abre la oportunidad de un diálogo donde el entusiasmo, la entrega y la confianza pueden ayudar a alcanzar la felicidad, siempre disponible, y hacer contacto con su mágica naturaleza. A una persona apasionada se la reconoce de inmediato por el brillo cómplice que agrega su corazón a su mirada. La magia de la pasión descubre el fuego latente que toda persona lleva dentro y lo aviva hasta su disfrute máximo. El apasionamiento no es sólo afecto por los seres queridos, sino también una fuente constante de alegría porque sí. Cincuenta nuevos relatos en los que Enrique Mariscal subraya la importancia de alimentar la magia de la pasión de instante en instante.