En la Plaza de Toros de Buenos Aires aparece súbitamente el cadáver de un hombre con el pulgar derecho
amputado. El virrey Sobremonte, ante la peculiaridad del crimen, convoca a Octavio Vázquez y López, librero ilustrado e
investigador ocasional, para que trate de descubrir al asesino y los motivos que le han conducido a cometer tal
barbaridad. El librero, con la ayuda de su hija adolescente y sus dos fieles esclavos, muy pronto se encontrará al
acecho de un escurridizo asesino en serie que pondrá en jaque todos sus recursos de detective vocacional, recurriendo
una y otra vez a la lógica más racional para avanzar de una pista a la siguiente.