Caballos salvajes nos descubre los orígenes de la disfuncional familia Walls. Si en El castillo de cristal los niños nos conmovieron con su fortaleza y sus ganas de vivir, en esta precuela será Lily Casey Smith, su abuela, la que nos brinde su tenacidad y perseverancia ante las dificultades que atravesó en el camino de su vida.
Heroína y pionera en el Lejano Oeste americano, Lily vivió durante sus casi primeros diez años en una caseta del desierto de Texas. A pesar de la extrema pobreza en que subsistía con sus padres, no tardó en convertirse en una joven maestra de un pueblo situado a 28 días a caballo, lo que supondría el principio de una sucesión de desafíos en una tierra de promesas y a la vez de grandes adversidades. Tras casarse con un hombre bígamo, lo abandona para irse con otro, dueño de un rancho, con el que tiene dos hijos ?uno de ellos es Rose Mary Walls, la madre de El castillo de cristal?, y durante todo este tiempo se convertirá en jinete de rodeo, en domadora de caballos, en una despiadada jugadora de póquer y hará lo imposible por que ella y su familia sobrevivan, con su afán de superación y su encendida defensa de la libertad de la mujer a principios del siglo xx.
Jeannette Walls quería escribir sobre la infancia de su madre, pero la vida de su abuela terminó imponiéndose. Al final, todo tiene una explicación...