Walker, un amargado policía de Nueva York, se transforma cuando bebe en un violento salvaje. Un gélido día de invierno, al entrar con paso ebrio en una cafetería, mata a dos empleados negros sólo «porque estaban allí», y persigue a un tercer testigo de los asesinatos en una de las cacerías con mayor suspense jamás escritas.
Ambientada en Harlem, esta novela es probablemente la más dramática y emocionante que escribió Chester Himes.