Durante su adolescencia en España, Ana Larragoity Cubillas llega a sentir una poderosa atracción por Puerto Rico cuando lee los diarios de un antepasado colonizador. Y en los apuestos gemelos Ramón e Inocente-que comparten su amor por ella- encuentra una manera de llegar a la isla. Ana se casa con Ramón y cruza el océano para establecerse en una remota plantación azucarera, recibida como herencia por los hermanos.
Aunque debe enfrentarse al calor, las enfermedades y la desolación de una tierra indómita, Ana asume la administración de la Hacienda. Pero el estallido de la Guerra de Secesión se convierte en un peligro para su sustento y su vida, amenazada por los mismos sobre los que descansa su bienestar: los esclavos, cuyas historias discurren paralelamente a la de Ana. Y cuando finalmente Ana se enamora del hombre que puede definir su destino, lo sacrificará todo para preservar la tierra que se ha convertido en su verdadero hogar.