La historia salvaje, y en ocasiones histérica, del primer escándalo de una celebridad de Hollywood, contada por la propia estrella afectada: Fatty Arbuckle. Abandonado de niño en Kansas, Roscoe «Fatty» Arbuckle triunfó primero en el vodevil y después en el nuevo medio cinematográfico. En el segundo decenio de 1900, Fatty fue más popular que Chaplin y el primer actor de la pantalla que ganaba un millón de dólares al año. Pero en 1921 le acusaron de violar y asesinar a la actriz Virginia Rappe. Aunque fue absuelto por un jurado unánime, las violentas conjeturas de la prensa destruyeron su carrera. Inculpado de un crimen que no había cometido, demonizado por los estamentos conservadores que le convirtieron en emblema de todos los males de la industria del cine, Fatty Arbuckle fue el primer famoso cuya supuesta culpabilidad –y presunta inocencia– galvanizó a Estados Unidos. «Redime el recuerdo mancillado de un talento salvajemente grande y un gran hombre salvaje. ¡Adoro este libro!» (Johnny Depp); «Con la risa en la oscuridad, la vergüenza de la especie y la tela barata, comida por las polillas, de una vida arruinada, Jerry Stahl ha tejido un cuento moral del que no hay escapatoria» (Nick Tosches).