Escrito con una voz inolvidable, esta novela describe las experiencias de una niña inmigrante que crece entre dos mundos, rodeada por una lengua y una cultura que solo puede entender a medias. Con once años, Ah-Kim se traslada a Nueva York con su madre desde Hong Kong. Allí, cambia su nombre por Kimberly y aprende a lidiar con un mundo que no entiende, entre la escuela donde se esfuerza por ser una alumna brillante, y la fábrica textil donde trabaja por las tardes junto a su madre y otros inmigrantes. En algún momento de este frágil equilibrio, Kimberly encuentra el amor.