El inspector William Monk, ahora miembro de la Policía Fluvial del Támesis, se enfrenta a un enemigo muy peligroso. Tras perseguirlo durante largo tiempo, Monk ha capturado a Jericho Phillips, sospechoso de dirigir una extensa red de prostitución infantil. Pero Monk ve frustradas sus esperanzas de que se haga justicia cuando, tras el juicio, Phillips es dejado en libertad.
Decidido a probar su culpabilidad, Monk reabre el caso; pero a medida que se sumerge en los bajos fondos de Londres se percata de que el misterioso apoyo que recibe Phillips proviene de altas esferas de la sociedad, algo que nadie habría podido imaginar. Con el apoyo de su esposa Hester, William Monk se enfrenta al más peligroso y escurridizo criminal de toda su carrera.