Año 532. En el corazón de Constantinopla se alza la iglesia de la divina sabiduría, Santa Sofía, centro del culto cristiano y orgullo de sus habitantes. El emperador Justiniano, mientras intenta recuperar la antigua gloria de Roma, anhela un heredero que dé continuidad al imperio con el que sueña. Guiado por una señal divina, planea construir la mayor basílica jamás concebida en la historia de la humanidad, como ofrenda al Señor a cambio de un hijo.
Para lograr su sueño, el emperador provoca secretamente una revuelta en la ciudad, una insurrección que le permita destruir la antigua basílica sin que nadie pueda relacionarle con semejante sacrilegio. En la revuelta se ve implicado Héctor, un antiguo profesor de la Academia ateniense, que malvive como peón junto a Penélope, su mujer. Marginado por la clase alta de la sociedad debido a su pasado pagano, se convertirá de forma accidental en uno de los líderes de la revuelta.
Aprovechando la incendiaria actitud del pueblo, Héctor se unirá a patricios y senadores en una dramática conjura para derribar al emperador. A medida que la espiral de violencia se extiende por Constantinopla, Justiniano observa cómo la revuelta se le escapa de las manos, poniendo en peligro su trono y su propia vida.