El protagonista de Una historia violenta es un niño asombrado. A su alrededor se desarrolla la vida, una obra de teatro de la que forma parte y cuyo sentido se esfuerza por comprender. Un microcosmos de pulsiones incontroladas, deseos, sexualidad larvada, poder. Con una prosa efectiva y sustentada en la brevedad, se nos muestra cómo los protagonistas van descubriendo un mundo donde la igualdad no existe y los privilegios vienen con la cuna, donde la violencia es muchas veces gratuita y los vencidos lo son para siempre, donde toda revuelta es aplastada por 'las cosas como son' y el último relámpago de realidad lo da el descubrimiento de la muerte.