«Sinceramente no espero encontrar un cadáver. En cualquier caso, alguien tiene que ir a echar un vistazo y, en un día como este, abundan los voluntarios. Carpe diem; me han ofrecido una excusa para pasar un par de horas en un bosque soleado.»
Nick Davis, ayudante del fiscal del Estado, plantea casi como una excursión en familia el aviso de un presunto asesinato en los bosques.
Cuando desentierren un cadáver, Nick deberá aceptar que estaba del todo equivocado.
Cuando se produzcan otras muertes, tendrá que involucrarse personalmente.
Defender lo indefendible, perdonar lo imperdonable: el dilema más duro al que, por primera vez en treinta años de carrera, deberá enfrentarse este fiscal.
Un thriller de abogados y de investigación ágil, absorbente, que logra ese difícil equilibrio entre el caso policial y la historia personal de sus personajes, una comunidad pequeña donde todos ocultan algo.
Una historia absorbente. Un soplo de aire fresco en los thrillers judiciales.
«Un debut estelar.» Publishers Weekly
«Hasta el lector de thrillers más avezado se encontrará preguntándose quién es inocente y quién culpable, y cambiando de opinión a cada momento.» Suspense Magazine