Marta ha cumplido 15 años. Se siente feliz cuando se mira al espejo. Desde este verano ha empezado a notar en su cuerpo los cambios que toda niña desea y que, en su caso, estaban tardando más de lo esperado. Lleva apenas una semana de clase y todos sus compañeros hablan de ella. Posa frente al espejo con el teléfono móvil. Culito respingón, espalda erguida, pecho levantado, cabeza ladeada y morritos a la cámara. Nueva foto de perfil. Un acto que hace llevada por un impulso incontrolado que cambiará su vida y dejará una marca en su corazón que le acompañará siempre. Tienes una solicitud de amistad... ¿Aceptar o Ignorar?