Alicia, recién divorciada y con dos niños, alquila un piso en un barrio sencillo que parece lo que realmente es: un lugar lleno de vida auténtica, de la de verdad. Confusa y agobiada, Alicia no sabe si va a ser capaz de estar tan viva como sus nuevos vecinos. Sin embargo, casi sin quererlo, una sorprendente revolución le espera entre las cajas de la mudanza.Arturo el Anciano, Ángeles la Dispuesta, Fernando el Guapo y Rodrigo el Tímido le van a enseñar a Alicia la Triste que la felicidad es una planta que florece inesperadamente y que, si no estamos atentos, corremos el riesgo de perdernos su perfume.No importa que tengas veinte años o ciento doce, cuarenta y tantos o sesenta y tres. En esta novela estáis tú, y tu vecino del bajo, la del 3º A, y el chaval del 1º B. Están tu barrio y otros barrios, sucesos antiguos, de la semana pasada y también, ya lo verás, del porvenir, ese lugar que puede ser —¿por qué no?—, tan luminoso como una primavera.