A los tres años, Timmy fue el único testigo del asesinato de su padre. Solo él le vio la cara al culpable. Cinco años después todavía tiene pesadillas y recuerda con ansiedad los ojos azules y penetrantes del asesino; pero a su madre, Laurie, lo que más le atormenta es la amenaza que le hizo a su hijo: «Dile a tu madre que la próxima vez le tocará a ella y después a ti».
Ahora otro crimen ocupa la vida de Laurie, aunque esta vez como productora de un programa de televisión sobre casos sin resolver. El primer episodio gira en torno al asesinato de Betsy Powell. Hace veinte años, Betsy fue asfixiada en su cama después de haber celebrado una gran fiesta en su casa por la graduación de su hija. Los que estuvieron presentes esa noche han aceptado participar en el programa y en la reconstrucción del crimen, pero desde el inicio de la grabación resulta evidente que cada uno esconde más de un secreto.
Además, aunque Laurie aún no lo sepa, una persona de afilados ojos azules está observándolo todo muy de cerca.
Un revelador ejemplo del poder de la televisión de la mano de la inimitable reina del suspense.