Carmen Hidalgo parece una mujer normal; tan absolutamente corriente que resultaría invisible, de no ser por dos peculiaridades: su desmedida afición a los zapatos de marca y el hecho de dirigir Investigaciones Hidalgo, una pequeña agencia de detectives que también parecería del todo corriente, si no fuera por su muy poco convencional plantilla de colaboradores. Un día, Ignacio Vázquez, constructor multimillonario y presidente del club de fútbol Deportivo de Chamartín, entra en contacto con Carmen y le encarga que investigue a la estrella de su equipo, Rubén Mochedano, Carmen acepta el caso y no tarda en descubrir que el jugador está siendo víctima de un chantaje.