El ángulo ciego, ese punto que el retrovisor de un automóvil no consigue reflejar, era el espacio íntimo que el padre de Martín, protagonista de esta novela, construyó para defender lo más valioso de su existencia: sus sueños. Allí, no tenían cabida el miedo, la inseguridad, la brutal intolerancia ni el peligro que constituían las amenazas de la realidad que lo rodeaba, impuestas por la acción del terrorismo. Un terrorismo criminal que -nos cuenta el doble relato de esta novela intensa, esclarecedora y formalmente audaz de Luisa Etxenikeacaba con la vida del padre del narrador, pero no con el poder de la palabra para vencerlo. Novela doblemente valiente, El ángulo ciego constituye una reflexión sobre las consecuencias del terrorismo en la vida personal, al tiempo que aporta una manera original y subyugante de narrar.