Barcelona, primavera de 1937. El detective Toni Ferrer identifica el cadáver de una niña a la que lleva semanas buscando. Lo que parecía un encargo rutinario va a convertirse en una lucha desesperada contra el tiempo, a la caza de un monstruo dispuesto a seguir matando hasta que la ciudad estalle.Ferrer se topa con un muro de mentiras y silencios. La policía parece más interesada en echar tierra sobre el asunto que en atrapar al asesino. ¿Por qué?En un país convulsionado por la violencia, el detective –ahora enrolado en los servicios secretos– debe enfrentarse, además, con agentes rusos e italianos dispuestos a cambiar el rumbo de la guerra. Por otro lado, la detención de un correo enemigo despertará fantasmas de un pasado reciente que pondrá, de nuevo, a prueba su integridad e inteligencia.Una vez más, José Luis Ibáñez ha conseguido recrear como pocos autores la atmósfera de los terribles días de la Guerra Civil. Su protagonista, Toni Ferrer, merece permanecer en la memoria de los lectores.