Félix Ventura es un personaje peculiar. Además de ser albino, ha escogido un extraño oficio: vendedor de pasados falsos. Después de años de guerra, sus clientes –prósperos empresarios, políticos, generales y la emergente burguesía angoleña– tienen un futuro prometedor. Así que sólo les falta un pasado presentable. Félix les fabrica una genealogía de lujo, memorias felices, e incluso les procura los inevitables retratos de ancestros ilustres. Una noche llega un misterioso extranjero solicitando sus servicios y, de pronto, el pasado irrumpe en el presente en una trama que es también una originalísima novela negra en la que nadie es lo que parece y empiezan a ocurrir hechos imposibles.
Una sátira feroz, divertidísima, pero también esperanzada. Una novela que es también una reflexión sobre la construcción de la memoria y sus equívocos, acerca de cómo podemos recordar cosas que nunca sucedieron y olvidar, sin concesiones, lo sucedido. Una novela contada por un insólito narrador, irónico y extraordinariamente perceptivo, que haría las delicias del mismísimo Jorge Luis Borges.