Una mujer duerme en un cuadro holandés del siglo XVIII. Es hermosa y lleva el vestido revuelto, la luz de un ramo de mimosas ilumina su rostro y al fondo, un hombre de espaldas mira por la ventana escondiendo todos los secretos de un siglo.
Ruth Braams, una joven que trabaja en el Rijksmuseum de Ámsterdam investigando las obras de arte que saquearon los nazis, luchará por desvelar la procedencia de ese misterioso cuadro que esconde una historia apasionante y oscura, un descubrimiento inédito.
Con un ritmo vertiginoso, Adrian Mathews envuelve al lector de forma desenfadada e inquietante, arrastrándolo a un caleidoscopio de investigaciones artísticas, científicas y personales donde caben a partes iguales la sonrisa, la ironía y el miedo.