Viajero infatigable, lector empedernido, reportero de raza, observador minucioso, amigo fiel, apasionado narrador de historias, Manuel Leguineche descorcha en estas paginas una botella de sorbos de vida, de recuerdos y relatos, de sensaciones y reflexiones de una belleza, intensidad y certeza solo comparables con la sinceridad con que han sido escritas. Manuel Leguineche, el sabio Jesús Rodrigo, Muki, la gata, y el pato Toribio encabezan el selecto grupo de amigos y amigas que han formado parte desde hace más de treinta años del Club de los Faltos de Carino, motor de arranque y aliento vital de este texto inclasificable. Escrito bajo la forma de un mosaico narrativo, viene a ser, esculpido en palabras, el equivalente visual del album fotográfico. Viajes, guerras, amigos, lecturas, política, sorpresas o sueños, Mandela, Urtain, Einstein o el calido campo de Brihuega inspiran algunas de estas inteligentes observaciones. Manuel Leguineche regresa con un libro sorprendente, que invita a ser leído, subrayado y consultado tiempo después para recordar de tanto en tanto el valor de lo esencial.