Escritos entre 1951 y 1961, y publicados un año después de Vía revolucionaria, estos espléndidos cuentos
retratan a seres que no viven grandes tragedias o epopeyas, sino la callada desolación de la vida diaria: ciudadanos
medios de Manhattan en la década de los cincuenta, oficinistas, un taxista empeñado en que el tiempo no borre para
siempre sus experiencias, un novelista frustrado, una severa maestra, una pareja de jóvenes americanos de viaje en
Cannes, un niño que acaso sea redimido por su profesora, hombres perdidos en la anodina vida suburbana, una joven
embarazada que se niega a confesar el nombre del padre de su futuro hijo, mujeres sin amor...