Érase una vez en Teherán un narrador cansado de novelas tristes y con ganas de escribir una historia de amor feliz, llena de caricias y besos, pero Irán hoy es una tierra donde no existe libertad de expresión. Así, para hablar de amor, el escritor elige a Sara y Dara, dos jóvenes estudiantes que se encuentran por primera vez en una biblioteca y viven su relación a través de los libros que intercambian. Marcando ciertas palabras en las páginas de El pequeño príncipe, La insostenible levedad del ser o de algunos de los mejores poemas de la literatura erótica persa, ellos van tejiendo una nueva y extraña intimidad que comparten con el lector. ¿Lograrán Sara y Dara un final feliz para su aventura? ¿Conseguirá nuestro autor burlar la censura? El final, como casi siempre, poco importa, lo que cuenta es disfrutar de una novela que describe la realidad del pueblo iraní con inteligencia y humor, y vivir una espléndida historia de amor, sabiendo muy bien que las pasiones prohibidas siempre son peligrosas porque nos obligan a imaginar. "Por fin una novela que habla de Irán sin sentimentalismo y con ironía... Un libro importante para nuestros tiempos." Rabih Alameddine, Autor de El contador de historias