Jonas es un treintañero que trabaja en una agencia de publicidad, está casado, tiene dos niños, una amante y en apariencia ningún problema serio. Un día se le acerca un desconocido que apesta a cerveza, mal vestido y mal afeitado, y le dice que le concede tres deseos. Jonas no se lo toma muy en serio, pero, por seguirle la corriente, pide un solo deseo: que se hagan realidad todos sus deseos. El hombre se marcha y Jonas se olvida del asunto. Pero pronto en la ordenada vida cotidiana de Jonas se producen cada vez más incidentes inexplicables: la cotización de sus acciones sube vertiginosamente, se libra de morir en un accidente aéreo... Una noche su mujer aparece muerta en la bañera. En el entierro descubre que también ella tenía un amante, un joven japonés que muere de la manera más cruel. ¿Acaso alberga deseos que no se atreve a confesar ni siquiera a sí mismo? ¿Acaso sus deseos tienen vida propia?