Bledi Terziu, un reportero de la crónica negra sin trabajo y abandonado por su pareja, se desespera en la soledad de su recién instalado apartamento en el centro de Tirana cuando es visitado por una joven gitana. De resultas de sus escarceos, de forma accidental aunque no inocente, la muchacha muere y, entre el inútil intento de ocultación del crimen y la confusa desesperación por no ser culpable y considerarse sin embargo responsable, nuestro hombre reconstruye su pasado oscuro y miserable, por los vericuetos de la Tirana opresiva del régimen comunista y la corrupta e insensata de la transición, hasta llegar al año 2004, plenamente instalada la nueva sociedad liberal, con todo el brillo de sus luces y la oscuridad de sus lacras.
Sin ahorrar perversidades ni negruras, Kongoli adopta por primera vez aquí una visión burlesca, no trágica, de su mundo y sus individuos, y nos ofrece, como otras veces, un cuadro del dolor y el desconcierto humano individual, siempre compasivo, en este caso los de un pobre diablo vapuleado por los vientos que soplan, víctima de su propio desatino.