Mis alumnos han sido los grandes maestros que despertaron en mí el deseo de conocer a las personas desde su esencia, desde ese lugar al que los dramas, enfrentamientos y conflictos no pueden llegar debido a su gravedad, a su sobrepeso. La esencia es siempre liviana, por eso cuando logramos vivir algunos instantes desde ella tenemos la sensación de poseer alas. Cuando descubrí que relacionarse desde la levedad convertía a los encuentros entre las personas en algo mágico, enriqueciéndolos más allá de lo imaginable, decidí investigar qué obstáculos son los que nos impiden disfrutar de maneras continuada de tal maravilla. Fruto de este trabajo y de mis experiencias con mis alumnos fue naciendo una nueva mirada pedagógica: educar empoderando.
Un día en clase recibí de uno de mis alumnos una lección que cambió mi vida. Yo había sido lo que se puede llamar un buen estudiante, encantado con cualquier tipo de conocimiento y con un gran dominio de la expresión escrita y hablada. Todo mi bagaje lo desembarqué luego como profesor en mis clases. El día en cuestión estaba acorralando con toda mi dialéctica a mi alumno-maestro, sin percibirme para nada de ello; cuando terminé mi gran discurso, el chico, mirándome a los ojos con una mirada tierna y pura, me dijo: Profe, yo no sé rebatirte eso que me dices, pero sé que no tienes razón. Todo mi cuerpo se estremeció, sentí la presencia de mi alumno y comprendí, más allá de todos nuestros discursos sobre lo que consideramos importante, que dentro de nosotros existe una sabiduría viva y fresca. Ya no descansaría hasta lograr encontrar un camino que ayudase a desvelarla, a llevarla a nuestra educación.
Carlos González Pérez es licenciado en Ciencias Físicas. Durante 24 cursos ejerció como profesor de enseñanza media en las asignaturas de matemáticas y física. Desde hace 18 años imparte talleres y charlas sobre crecimiento personal. Ha publicado en periódicos y revistas artículos y cuentos e interviene frecuentemente en medios de comunicación. Tras dar a conocer su nueva mirada educativa a través de la presente novela, la productora de cine y televisión Alea le propuso encarnar al profesor de su propia obra con alumnos auténticos, para poder comprobar así en la práctica los resultados de su pedagogía; el fruto de esta experiencia es la película-documental Entre maestros.