La narracio769;n de Angelika Schrobsdorff reconstruye la vida real e inconformista de su madre, una mujer nacida en una familia de la burguesi769;a judi769;a de Berli769;n, liberada de los prejuicios de su tiempo y deseosa de casarse con un artista (y no con el «excelente partido» que le han buscado, un comerciante opulento y maduro). Asi769;, Else vivira769; de lleno el nacimiento de un nuevo mundo junto a la culta bohemia berlinesa de los «locos an771;os veinte», un periodo en el que tendra769; tres hijos de tres padres diferentes, fiel a las dos promesas que se hizo de joven: vivir la vida con la ma769;xima intensidad y tener un hijo con cada hombre al que amara. E769;sta es, por tanto, la historia de una mujer singular y sedienta de independencia, que sera769; arrollada por aquello mismo en lo que se negaba a creer al principio: el presente. Sin embargo, en la dura prueba del exilio, Else encontrara769; una realidad nueva y reveladora tras una vida que hasta entonces ha estado enteramente dedicada a las fiestas, los viajes y el amor.
Tu769; no eres como otras madres es un «relato real», como la Suite francesa de Ire768;ne Ne769;mirovsky, que nos sumerge por completo en una vida extraordinaria y nos hace parti769;cipes de toda su riqueza y exaltacio769;n, revela769;ndonos a trave769;s de esa existencia toda una e769;poca: los conciertos de mu769;sica cla769;sica y las novelas de Stefan Zweig, los cabarets y la pintura moderna, el nazismo y sus terribles leyes raciales... Asi769; como tantos y tantos personajes que existieron durante ese tiempo de irrepetible pasio769;n y energi769;a, y que pasan por estas pa769;ginas fascinantes: son771;adores, artistas, agitadores, conspiradores, campesinos, espi769;as, criados, intelectuales, falsificadores...
Medio millo769;n de ejemplares vendidos en Alemania, traducciones al france769;s, ingle769;s, ahora tambie769;n al castellano... El aura y la fama de esta novela crecen. Algunos lectores se preguntan cada poco si el presente puede ofrecernos libros a la altura de los cla769;sicos; pues bien, he aqui769; la respuesta, y no exageramos. Emocionante gran literatura.