Hace ya más de un siglo que la Psicología salió de los laboratorios; hoy la mayoría de los psicólogos realizan actividades profesionales que en general tienen que ver con la mejora de los niveles de calidad de vida y bienestar de las personas o con el aumento de su rendimiento en el contexto específico en que desarrolle su actividad (en el trabajo, en el estudio, en el deporte...) En cuanto a la forma, estas intervenciones pueden tomar alguna de las dos siguientes "apariencias": intervención clínica o acciones llevadas a cabo mediante programas. Independientemente de su formato, de su ?apariencia?, estas actuaciones deben ser juzgadas tanto en cuento al libro de sus fines como en cuanto a los medios utilizados. En este sentido, la evaluación de las intervención, ha pasado, de ser un asunto perteneciente a la subjetividad de los técnicos, a constituirse en todo un conjunto de reglas y protocolos de acción que buscan garantizar la objetividad de los juicios y conclusiones que se obtienen en los proceso de evaluación. Hoy la evaluación de las intervenciones, ya sean tratamientos clínicos o programas sociales, exige un posicionamiento objetivo del evaluador y un uso riguroso de los medios utilizados para realizar el proceso evaluativo. En este sentido el principal objetivo del este libro es precisamente señalar y describir los elementos y las técnicas que pueden ayudar a los profesionales a realizar juicios objetivos, válidos y útiles sobre sus actuaciones.